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O Espaço João Pedro Rodrigues convida-o(a) para a inauguração da próxima exposição de Filipe Rodrigues | Viagem ao fundo do sonho na galeria deste espaço, na próxima sexta-feira, dia 30 de Março de 2012 pelas 21h30. Exposição patente até dia 02 de Maio.
Horário de funcionamento Aberto de terça-feira a sábado Galeria das 15h00 às 19h00
Asumir el territorio físico y simbólico de un lienzo frente a la prevalencia del objeto y de las tecnologías –los lenguajes dominantes en el circuito artístico- no sólo es un acto de resistencia heroica, sino una necesidad para aquéllos que creen en las ilimitadas posibilidades de renovación de la pintura.Y hacerlo desde estructuras formales que se apropian de la realidad refuerza aún más aquel acto de amor que hace muchos años,E.Jabès –poetizando lo pictórico- presentía como un placer compartido.Es el caso de una exigua pero reveladora opción que, en los últimos años, nos ofrecen artistas que anteponen la narratividad a la elípsis de posiciones que algunos han llamado abstracción postformalista, desde los noventa –Lasker sería un ejemplo-, narratividad que incide en la huella de los acontecimientos que se ligan a la interpretación que uno hace de la vida que le toca vivir. Incidencia de una ideologìa de lo cotidiano que refracta el existir como espejo del mundo que a uno le ha tocado ver y luego interpretar: lo observamos hoy en modelos tan paradigmaticos como Neo Rauch o Lari Pittman, por citar dos ejemplos conocidos, inscritos en el impacto de uno pintura que resiste al tiempo y congela la persistencia del pop neo, desde un nuevo enfoque para desvelar la realidad. En este marco, tan vital y arrebatador por su fuerza comunicativa, vislumbro neceariamente la pintura de Filipe Rodrígues, cuyo nexo existe en el impacto de la imagen yustapuesta que nutre una narratividad que delata en cada instante el sabroso placer del existir. La imagen apela al fragmento y lo descontextual se funde, desde la realidad de las iconografias apropiadas, en la polivalencia de espacios simbòlicos, mundos y culturas con horror al vacio que describen la extensión secuencial de un lenguaje que nos habla de sus obsesiones. En el caso de la transferencia de iconografías actúa como metonimia de una mirada ecléctica de relatos que casan el pasado y el presente, la utopía y la realidad, el maravilloso país de Alicia y el de su vivir litraturalizado, ayudándose de textos o de laberínticas imágenes que serpentean la atmósfera de un planeta siempre fabulado. Filipe Rodrígues multiplica el fragmento y eleva el erotismo a la mutuación duchampiana de la mirada como placer transgresor, fundiendo no sólo imágenes –el cuerpo es omnipresente- con un sabor marcadamente pop, sino escenificando su fuerza de código en el magma gestual del caos, mas un caos dinámico capaz de fermentar la armonía narrativa del gran torbellino de ideas que nos cede en cada cuadro. El dibujo secuencia nuestra mirada y proyecta una dimensión conceptual capaz de transmitir ideas que nos implican a ser cómplices de la narración más allá de los supuestos pictóricos ocultos detrás de los espacios emulsionados por el color, por su peso, a fin de situar en el centro de su lenguaje, la misma levedad liviana que cautivó a I.Calvino. (Crítico de arte e professor na Faculdade de Belas Artes de Pontevedra, Universidade de Vigo, Espanha) |
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Obras em Exposição |
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